Ser bilingüe no tiene por qué ser difícil.

Por: Camila Garcia Voelkl.
Escrito para Michuchutren, Centro de inmersion en español

Permítame comenzar preguntándole cómo aprendió su lengua materna. ¿Cuántas clases tomó para aprender cómo llamar a su mamá o cómo pedir más comida cuando eras un bebé? Ninguna.

Comenzamos a aprender nuestro primer idioma desde que estamos en el útero de nuestra madre escuchando e intentando dar sentido a los sonidos. Una vez que nacemos, creamos asociaciones entre imágenes y sonidos, dando sentido a las palabras y sus significados. Aprendemos a través del oido, la observación y las experiencias diarias. Su lengua materna tiene sentido porque puede usarla para satisfacer sus necesidades (pedir más comida, exigir atención, jugar) y porque con ella podemos expresar nuestros sentimientos a las personas que nos rodean.

Cuando nuestros hijos están aprendiendo a hablar, no nos preocupamos por comprar cuadernos o seguir un método específico para enseñarles la gramática y las reglas del idioma. Una vez que tienen suficiente conocimiento del idioma y la edad adecuada, comienzan a leer, comprender y entender las reglas. Este proceso lleva años, ¿verdad?

Pues bien, ¿por qué esperamos que la adquisición del segundo idioma sea diferente? ¿Por qué creemos que necesitamos un plan de estudios preciso, muchos libros de trabajo y tediosas lecciones de gramática para enseñar a nuestros hijos un segundo idioma?

Permítanme hablarles sobre la teoría del “enfoque natural” desarrollada por el profesor Stephen Krashen y la teórica de la educación Tracy Terrell a fines de la década de 1970.

El enfoque Natural

Siguiendo la lógica de lo que les decía antes, el enfoque natural se basa en aprender un segundo idioma de la misma manera que aprendimos el primero. Nuestros cerebros son capaces de aprender tantos idiomas como queramos (cuanto más jóvenes, mejor) y cada persona los aprende a su propio ritmo.

Si comparamos a cinco niños de 2 años, ¿tendrán todos el mismo vocabulario, habilidades lingüísticas y la misma pronunciación? No. Todos son diferentes no solo por el grado de exposición al idioma sino por sus propias capacidades de aprendizaje. Lo mismo ocurre cuando se aprende un segundo o tercer idioma.

El enfoque natural está desarrollado para aprender de la misma manera que aprendimos cuando éramos bebés. El profesor solo habla el idioma de destino (inmersión total) y los estudiantes pueden utilizar el primer o el segundo idioma mientras adquieren una mejor comprensión del idioma de destino. La clase se dedica principalmente a proporcionar información para la adquisición. Entonces, qué significa esto:

El objetivo principal es comprender escuchando y haciendo asociaciones con conocimientos previos antes de que el estudiante comience a intentar repetir y aprender a hablar en el idioma.

La clase se desarrolla creando interés y haciendo que el tema sea relevante para el alumno. ¿Por qué un niño querría aprender un segundo idioma si no cree que sea realmente útil para él? ¿O si no tiene nada que ver con lo que les gusta? Por tanto, la forma natural fomenta el interés de los alumnos a través de sus intereses personales.

La intención no está relacionada con las reglas gramaticales. El objetivo principal no es aprender la forma correcta de escribir o decir algo, sino centrarse en el objetivo de poder comunicarse. Volvamos al ejemplo del niño pequeño que aprende a hablar. Es lindo escuchar a un bebé balbucear y tratar de averiguar cómo decir algo, ¿no es así? Entonces, necesitamos ver el proceso del segundo idioma de la misma manera. Está totalmente bien tener una fase de “balbuceo” en la que el estudiante está tratando de encontrar las palabras para comunicar algo sin prestar atención si es gramaticalmente correcto.

Los estudiantes no tienen que hablar en su segundo idioma hasta que se sientan listos y no hay un lapso de tiempo específico para eso. Hay niños que en un par de meses se sentirán lo suficientemente cómodos como para empezar a tratar de “balbucear” y algunos pueden tardar años en llegar a ese punto.

Juan Diego ' Virgen de Guadalupe

“La adquisición require una interaccion significativa en el idioma destino, la comunicación natural, en la que los hablantes no se preocupan por la forma de sus expresiones, sino por los mensajes que se transmiten y comprenden”

(Stephen Krashen)

Por tanto, si estás pensando en aprender un segundo idioma o enseñárselo a tus hijos, piensa en ello como un proceso, no como un resultado. El proceso de aprendizaje lleva toda la vida (al igual que con su primer idioma, en el que continúa aprendiendo nuevas palabras y conceptos a lo largo de toda su vida). No es un proceso cronometrado y no hay prisa por dominarlo perfectamente. Debería ir naturalmente con su propio proceso de aprendizaje. Recuerde que el objetivo principal de aprender otro idioma es poder comunicarse con los demás, así que:

Juan Diego ' Virgen de Guadalupe
  • Céntrese en la comunicación y no en la perfección.
  • No es necesario pasar por un uso extensivo de reglas gramaticales conscientes desde el principio.
  • Vaya más allá de los libros y busque experiencias significativas.
  • Sumérjase en el idioma desde el principio, no busque traducciones.

Disfruta el proceso!

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